lunes, 20 de octubre de 2008

¡Qué calor hace en el Caribe!

Hasta ahora, hasta llegar al Caribe, me había librado del calor agobiante a lo largo de mi viaje por Sudamérica. Intenté mantenerme siempre trepado sobre los Andes, y así no sufrí demasiado el calor ni siquiera en el entorno del ecuador. Hasta llegar a Maracaibo y ahora en Cartagena…, y más adelante será peor en algunos sitios. Hoy salí a dar un largo paseo junto al mar y me veo una franja sobre las rodillas y en los antebrazos que me recuerda a esos gringos bien “acangrejados”.
Mucha gente anda por las calles casi desnudos (algunos niños del todo). En las noches se llega a sentir casi tanto calor como en el día, bajo la sombra claro, porque el sol aquí es una estrella mortífera. Casi todas las noches busco el fresco y alguna bebida fría en una plaza cercana, que se llena de vecindario en busca de lo mismo. La primera semana fui solo y esta última he ido con un vasco vecino en el hostel. Algunas noches hemos vuelto bastante tarde, con unas cuantas cervezas en el estómago, y aún así con un calor encima que me hace sudar como pollo en asador.
Una noche de estas había en la plaza una pareja de policías, tan jóvenes que uno casi podía pensar que su uniforme verde botella era el traje con el que venían de hacer la primera comunión. Nos pusimos a charlar y me aclararon varios temas que en algún momento toqué en este blog: Resulta que la frontera que finalmente no quise cruzar desde Maracaibo era insegura antes, hace años, pero ahora está militarizada y ya no lo es (para información de los venezolanos que lean esto y creen lo contrario). La carretera estaba cortada ese día por unos piquetes que incendiaron llantas en la ruta y protestaban por cuestiones económicas. El que los motoristas lleven tan a la vista los números de su placa, en casco y chaleco, se debe a que los sicarios, muy jóvenes y numerosos en ciudades como Medellín y Cali, siempre cometían sus asesinatos en moto, pues era más fácil huir y ocultar identidad y placas, por eso obligaron a esa medida que en principio me pareció excesiva. Lo que también me confirmaron es que por la noche policías en moto juntan el tránsito de varios buses y los escoltan en algunos tramos de las rutas que pueden ser peligrosos. Todos están contentos con el presidente Uribe porque ha logrado pacificar el país a base de ampliar la policía y el ejército. Y he pensado que, en otras épocas nada lejanas, ese mismo poder que está dando a los militares serviría después para echarlo del poder a él.
Hoy domingo 19 de octubre cumplo dos semanas en Cartagena de Indias, la primera fue decisión de trabajo: quería poner el blog al día, responder correos almacenados, leer tranquilamente. Esta segunda semana ha sido de espera involuntaria…, no quise marcharme antes en un velero que cruzaba a Panamá, por esperar a un capitán español que me recomendaron en varias partes, y luego esta semana supe que ese capitán no llegaría y que no salía de viaje ningún otro. Finalmente me voy este martes con un viejo lobo de mar, que ha viajado por todo el mundo y ni siquiera sus progenitores eran del sitio donde nacieron. El viaje es de 5 días, aunque se tarda apenas 50 horas en llegar a las islas de San Blas, reserva paradisíaca de los indios kuna, pero estamos otros 3 días navegando entre esas islas. Espero no marearme (nunca me ocurrió), porque en los últimos tiempos me ha pasado varias veces al levantarme de dormir (a causa, supongo, de la otitis que no acaba de curarse y que algunos días me hace sentir otra vez un tapón en el oído), si me sucede tendré que apearme mucho antes de lo previsto.
Estas dos semanas que llevo en Cartagena están marcadas especialmente por las pesadillas, he tenido unas cuantas y algunas con imágenes desagradables e incluso dramáticas. Ciertos sueños me han llegado a dar miedo durante unas horas, las que han durado pegados a la memoria. Porque cuando uno despierta e inmediatamente se pone en acción, habla con gente, llega al trabajo y se deja llevar por las preocupaciones cotidianas, las pesadillas resistentes, esas que marcan porque nos dejan la sensación de haberlas vivido, duran poco tiempo, de pronto afloran en la memoria con pequeñas secuencias repetitivas, que vuelven a dejarnos un poco preocupados, pero son imágenes que pronto supera la realidad. Sin embargo, cuando uno se despierta con una pesadilla que le ha dejado mal cuerpo, y durante horas no habla con nadie, ni desarrolla actividades preocupantes, sólo da vueltas y piensa, y piensa y recuerda… Esas pesadillas duran mucho tiempo, horas, el tiempo suficiente para que uno crea, desde la realidad anodina, que tienen un sentido oculto, que guardan un mensaje profético, que traducen las preocupaciones ocultas. Y entonces…, de verdad que puede llegar a dar más miedo que la realidad o el futuro. ¿Por qué he tenido precisamente tantas pesadillas en estas dos últimas semanas? Podría pensar que son presentimientos y estaría dentro de lo esotérico que tanto me ha gustado siempre, pero en realidad estoy seguro que no es más que sueño poco profundo por culpa del calor.
Calor caribe.
Productor persistente
de danza y sed.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante su viaje!

Mi nombre es manu.Soy brasileña. Mucho gusto en conocerte!

Anónimo dijo...

Mi querido Ricardo…tanto tiempo.
Me encantaría saber cuáles son tus pesadillas. Los sueños son deseos no realizados. Eso dicen los psicos y yo les creo.
Aunque habría que decodificar tu relato y esto es imposible por estos tiempos.
Por acá comienza el calor y si llega de esta manera, mejor no pensar en enero.
Ha temblado dos veces en 6 días. Poco pero los he sentido. Esto me pone a pensar que en cualquier momento la tierra se abre y aparezco nadando al lado de tu velero. Además de pegarnos flor de susto, me alegría mucho.
Siempre te recuerdo y te agradezco los viajes que me pego gracias a tus travesías.
Acá se vende poco pero no se apagan las ganas de seguirla.
Tengo Internet en mi galería, por lo tanto siempre espero tus noticias.
Tal vez el calor, las distancias, el alcohol que no le sienta a tu hígado o la falta de un beso de buenas noches hacen que tus sueños se vuelvan pesadillas.
Te mando varios, pero tomalos de a uno por jornada, así tendrás buenos sueños.
Es mi deseo. El de siempre.
Te quiero.
RQL

Anónimo dijo...

fotolog.com/raquelce

Anónimo dijo...

nNo entiendo...no pongo anónimo.
Firmo!

Anónimo dijo...

Qué bonito te escriben, Ricardo.
¡Calor del Caribe, ven a mí!
Besos Ana I. Martín

Anónimo dijo...

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaa............. a veces nos gustaria que los sueños se nos hicieran realidad, aunque a veces lo que soñamos nos daria igual si se cumplen o no... Esto es solo para decirte que si uno sueña y desea con fuerzas y conviccion, los sueños si pueden hacer realidad....TQM
TU GORDA.....

Unknown dijo...

Estarás de viaje y cuando leas esto ya habras tocado suelo.

Espero que te haya ido muy bien y el mar te haya llenado de paz.

Decirte que el sábado debute y los nervios me lo hicieron pasar tan mal como a tí tus sueños, pero la gente lo pasó fenomenal, las grandes dosis de alcohol tuvieron algo que ver.

Sueña! que el día te devolvera la claridad!!!.

Te quiero.