martes, 7 de octubre de 2008

Del Bogotazo al Dolarazo

El asesinato, en abril de 1948, del líder “populista” Jorge Eliécer Gaitán en una de las avenidas más céntricas de Bogotá, dio lugar a un espontáneo levantamiento popular que fue reprimido de forma sangrienta y pasó a ser conocido en la historia como el Bogotazo. En esos mismos días de abril se celebraba en la ciudad una Conferencia Panamericana liderada por el General Marshall (aquel del Plan) y habían viajado hasta allí varias comisiones estudiantiles latinoamericanas para protestar contra los gringos. Después se les acusó de haber provocado la revuelta, en particular a los cubanos, capitaneados por un estudiante de derecho llamado Fidel Castro, que con apenas 21 años sería por primera vez apresado. Este motín popular dio lugar al nacimiento de los principales grupos guerrilleros que, desde entonces, mantienen un estado de guerra en el país.
Actualmente, la mayoría de los colombianos están cansados de tanta guerra civil que dura ya en realidad, salvo algunos cortos periodos de tregua, los casi 200 años de su historia emancipada. El lugar donde fue asesinado Gaitán, cubierto de placas que lo recuerdan, está pegado a la fachada de un Mc Donalds, ironía de la historia antiimperialista, y en la otra acera, casi a la misma altura, un gran comercio plantea en su nombre la nueva actitud popular: El Dolarazo. Por eso, y creo que por primera vez en su historia, la mayoría de la población apoya al fin a su presidente: Álvaro Uribe, un liberal que gobierna como centro-derechista, un excelente orador pausado con aspecto de buen chico estudioso, el típico empollón de clase que te ayuda en las tareas y los exámenes, el profesor indulgente pero también riguroso, que está dando a la guerrilla el golpe más duro en sus cinco décadas de historia.
Lo más notorio del colombiano es su afán por conseguir dinero, y si es en dólares mejor. Por todas partes hay gente que se te ofrece a resolver lo que sea, a conseguir lo que necesites, a venderte algo. Luego te sacan lo que pueden con simpatía o, si ven la posibilidad, directamente te estafan. Son famosos algunos trucos y estafas ideados en Colombia, se cuentan en muchos lugares del mundo: el maletón hueco que colocan encima del tuyo para ocultarlo, o los polvos que te echan sobre el rostro para paralizarte unos segundos… No todos los colombianos son estafadores, faltaría más, pero hay tantos que a la hora de calificarlos pagan justos por pecadores. Quienes poseen un negocio y se ganan la vida legalmente te aconsejan no comprar nada en la calle, pero al final no consigues evitar el acoso permanente y caes. En la costa caribe es mucho más notorio. Te envuelven con simpatía, te imitan en el habla y te acompañan durante un rato. En mi caso, tras haber ido con mucho cuidado, no conseguí librarme de su habilidad para el hurto, y un simpático cartagenero, mago de la estafa, con un broma como ejemplo, consiguió que se perdieran entre sus dedos varios de mis billetes, ante mis narices confiadas de no perder ojo.
La pobreza endémica y la inveterada corrupción producen características empresariales propias de este tipo de países. Así puedes ver locales donde junto a los elementos de una peluquería se instala una pequeña imprenta, o la curiosidad de que en todos estos países la mayoría de las carreteras sean de peaje, incluidas las bolivianas de tierra o las onduladas de Colombia. Luego llega otro político (como Chávez que ha eliminado esas concesiones en Venezuela) cambia ciertas ordenanzas que parecen arbitrarias o injustas, y lo que consigue son resentimientos, de muchos pobres por perder su empleo, y de algunos empresarios por perder su negocio. En Colombia es obligatorio que los motoristas lleven un chaleco reflectante con los números de su placa escritos en grande sobre la espalda, y sobre el casco también. Si luego llegan otros políticos que eliminan esta medida, de apariencia ilógica, muchas personas quedarán sin trabajo y no sabrán en qué usar la maquinaria que necesitaron para hacerlo.
No sé, sólo reflexiono sobre el tema. ¡Qué difícil es ser político en estas tierras! Puedes optar sólo por dos caminos: enriquecerte o ser un héroe. Hacerte dueño de la hamburguesería o que la construyan sobre tu tumba.
Por cierto, una última observación: Qué curioso que sea precisamente en Colombia donde las farmacias se anuncian como Drogas. ¡Qué afición! Será por eso que les parece un asunto tan normal.

5 comentarios:

M.C.L.U dijo...

Hola! de casualidad encontre tu blog! Te felicito por el tremendo viaje que estas haciendo! Yo soy Guillermo de BsAs Argentina.
Estuve mirando por arriba todos los lugares recorridos...lindo viaje!
Exitos por el resto!

Anónimo dijo...

Saludos hermano maravilloso viaje

vivo en san juan colon te encuentras alli.

davidmtb@gnail.com

Anónimo dijo...

¿Dónde está el Haiku?
Besos. Anais

Unknown dijo...

Hola Amigo.

Te veo muy torero, OLE!.
A ver si al final te vas a aficionar...
con eso de que recueda a tu sitio.. igual lo ves con otros ojos.. je,je.
Te envié una invitación de mi facebook. Entra y compartimos. Si no vuelves pronto, que disfrutes.
SALUD.

Anónimo dijo...

Hola Richi, este finde celebramos como cada año la cena de San Jerónimo, estuvimos todos sólo nos faltabas tu, te hemos echado de menos, nos estuvimos acordando de ti todo el rato, con las risas, el ron, ect., bueno ya sabes todo lo que conlleva esa cena, ojalá que para la proxima este tu.
TQM.
Contestame al amalipa@hotmail.com