lunes, 1 de diciembre de 2008

Managua, Matagalpa, Granada

Llevo casi un mes en Nicaragua. Aún espero a que me lleguen las tarjetas de crédito que se me vencieron al finalizar el mes pasado. Llegué a Managua el domingo 2 de octubre. Me llevó un par de días comprobar que no me habían enviado las tarjetas a una dirección en Madrid y mi hijo, que trabaja en el banco donde tengo la cuenta, se encargó de pedirlas. Si se las hubiesen entregado a él y me las hubiera enviado por una empresa de paquetería ya las tendría en mi poder desde hace una semana o dos, pero prefirió, con buen criterio, que se encargara de enviarlas la empresa de las tarjetas, puesto que se ofrecía a ello. Primero hubo un empleado que decidió no enviarlas porque consideraba que la dirección en Nicaragua, sin calle ni código postal, era insuficiente. Recordé mi dirección cuando trabajé aquí: “De donde fue el Comando del Eskimo 2 cuadras y 20 varas al noreste, casa con rejas verdes. Matagalpa. Nicaragua.” Lo curioso es que el “De donde fue” señala que ahí estuvo, hace tiempo, pero que ya no está. El “Comando” es una comisaría de policía, que es lo primero que hubo en esa esquina, el “Eskimo” es la principal marca de helados en el país, que es lo que pusieron a continuación en donde hubo el Comando, y cuando yo vivía en esa misma calle lo que había en esa esquina era un local de pizzas y sándwiches. Lo curioso es que no sólo los carteros, también la gente sigue manteniendo esas mismas referencias sin importar el tiempo que haya pasado. Finalmente el empleado se decidió, supongo que con cierto temor, pues enviarlas al local de un Centro Comercial debía parecerle una temeridad, cuando es una de las direcciones más fiables de la capital, sin pérdida ninguna.
El caso es que se supone que las tarjetas están en el país desde principios de la semana pasada, pero no me han llamado ni han aparecido a buscarme para decírmelo, y lo peor es que en España no quieren dar la dirección o el nombre de la empresa que las tiene en Nicaragua, donde tampoco consigo que alguien me diga si hay una oficina de Visa… Así que aquí sigo, esperando, un tanto intranquilo ya. Mientras, a lo largo de este mes, he disfrutado de la compañía de mi amigo Juan y de nuestras largas y divertidas conversaciones, he jugado con su hijo pequeño, he buscado cosas en Internet, escrito correos, leído un par de libros…, en su casa rodeada de selva, un oasis a pocos minutos de la destartalada Managua, que nunca se recuperó del brutal terremoto de 1973 y que ha crecido dispersa y sin gracia. He viajado dos fines de semana a Matagalpa, la ciudad donde trabajé casi todo 1999 y varios meses del 2001. No he pasado a ver los proyectos de la ONG para la que trabajé, no he tenido verdadero interés, supongo que me ha influido una mezcla de nostalgia y enojo, he preferido pasar el tiempo con las buenas amistades que hice allí, y rememorar las noches de los sábados en el cafetín de una ONG local, lugar indispensable donde acabar la agotadora semana laboral que tenía durante mi trabajo aquí.
También pasé un día en Granada. Me habían dicho que era la ciudad más bonita de Nicaragua pero, por unas razones u otras “nunca fui a Granada”. Aunque ésta de Nicaragua no tenga una Alhambra es también una hermosa ciudad, con colorido y buen ambiente, poblada de antiguas casas coloniales, bien conservada y limpia. Está a las orillas del gran lago de Nicaragua o Cocibolca, y también aproveché para dar un paseo en lancha por las isletas que hay frente a la ciudad, pequeñas plataformas de roca y selva (unas 350) que formaron las piedras lanzadas a distancia por una prehistórica erupción volcánica.
En estas semanas he coincidido con las manifestaciones violentas de las bases Sandinistas. La oposición liberal acusó de fraude al gobierno Sandinista en las elecciones municipales, y en vez de ser los liberales quienes saliesen a la calle a protestar, ha sido el Frente Sandinista quien ha movilizado a sus bases más agresivas, que durante dos semanas han tomado las calles con violencia para demostrar que el poder lo tienen ellos. Pero de esta historia ya contaré algo más un día de estos, en una observación general, como he hecho al salir de todos los países por los que he pasado. Ahora no tengo ganas, llevo varias semanas con mucha pereza de escribir, como habrá notado quien entrara en el blog en busca de algo nuevo. Ni siquiera tengo haikus nuevos, pero para no cortar con el hábito pondré uno que escribí hace meses y que no llegué a meter.
La mar en calma.
Dentro de la ballena
Jonás dormita

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿"con buen criterio"?

Ojalá.

La verdad es que tenía mis dudas y lo pensé. NO me sentía seguro de hacerlo así. Pero me dejé convencer. Primero una persona me dijo que era lo mejor, que usase La Caja en vez de hacer yo el trabajo, que para eso estaba ese servicio y era gratis. Por otro lado, otro compañero, con buena intención también, me dijo que llegaban bien, que él tenía constancia, y que llegarían en unos pocos días. Después de eso todo ha sido un desastre. La empresa que se encarga, ni sé cómo se llama, ni tengo el teléfono, ni saben ellos quién y dónde están las tarjetas. Ya demostraron hacer cosas muy raras cuando pararon el envío por la falta de código postal, cosa que nos sorprendió al compañero y a mí (bueno, a mí al principio no hasta que mi padre me hizo ver que era un absurdo). Después no son capaces de hacernos saber nada, ni ayudan ni informan, ni llegan las tarjetas. Me arrepiento, porque las debería haber mandado. Si SEUR no hubiese cerrado la oficina a la que fui, estarían allí, si no me hubiesen informado de ese servicio, sino... demasiados What if... que llaman los americanos. Yo prefiero pensar que todo pasa por algún motivo. NO necesariamente bueno. Tal vez sea una prueba. Todavía no sé si dirigida para mí o para mi padre. Sospecho que: ni es por un buen fin y además es por y para mí castigo. Si algún día se descubre lo contrario me alegraré. A lo mejor Richi tiene que estar en Nicaragua por algún motivo que el destino nos oculta. O sólo es una jodida broma de la vida que tiene un humor de muy mal gusto.

Ya veremos.

Unknown dijo...

Hola Richy:
Entendemos que estés cansado de escribir pero se te echa en falta cuando no lo haces...Nicaragua te ha tocado, noto mucha nostalgía en tus comentarios...
Ánimo y a seguir con alegría la ruta ¡menudo viajecito, guapo!... Por aquí todo bien... Acabamos de terminar un especial de magia y a esperar la Navidad... Si la situación no empeora tengo pensado ir a la India (hace unos días hubo un tremendo atentado terrorista en Bombay con "Doña Esperanza Aguirre, Viva y Mártir" allá).
Ya te contaré..
Besitos,

charada dijo...

Hola, Ricardo!
Solo mandarte un saludo.
Babs

Anónimo dijo...

Muy buenas Ricardo!!!

este año te echamos mucho de menos en San Jeronimo donde los Chavez. Desde entonces me he hecho medio adicto a tu blog, joder, es el viaje de mi vida! Por mi parte te puedes sentir el tio mas envidiado del mundo, y eso te lo digo desde la puta oficina un lunes canalla. Algun dia si le echo huevos mandare todo al carajo y hare lo que tu con una guitarra al hombro. Mientras tanto tu lo vives y nosotros lo disfrutamos aqui.

Mucha suerte y un abrazo grande.
Iñaki

Anónimo dijo...

Hace mucho que no se nada de vos...de ti.
Estoy con todas las fiestas orgnizadas y dispuesta a festejar el 09 en Valparaíso...aquel lugar que quedó pendiente.
Espero que me tengas en un rincón de tu corazón y que la armonía te acompañe hacia donde vayas.
RQL