domingo, 9 de marzo de 2008

Hasta luego Buenos Aires

Hay quienes se han extrañado de mi visita a un lugar de flamenco cuando en España no fui nunca. Confieso haber escuchado más música argentina que andaluza, las letras me parecen más poéticas y comprometidas (y soy de letras), pero me pareció peculiar encontrarme con algo tan minoritario aquí, a los 5 días de llegar. Lo mejor de esa noche fue contactar con un marchoso instruido, de mi generación, con quien he pasado algunas tardes, hasta tarde. Él me ha llevado a un lugar muy auténtico. Se llama “El boliche de Roberto” (también lo conocen por Bulnes, que es la calle donde está), una pequeña taberna antigua (y vieja) llena de jóvenes de todas las tendencias, que escuchan con veneración, o acompañan siseando, los tangos que canta (casi recita) un hombre de setenta y tantos años largos, con la única ayuda de dos jóvenes guitarristas, que tocan arrinconados detrás de él porque allí no cabe más equipo. Creo que toda gran ciudad tiene su música propia, pero si pervive, hasta en lo universal, es porque la quiere una generación tras otra.
Podría decir que yo también bailé tango en las calles de San Telmo, pero es una farsa y una encerrona. Esa descarada mujer se me echó al cuello por detrás y a traición, cuando acababa de sacar una foto a una orquesta que tocaba tango, arrebató mi cámara con decisión aunque también con delicadeza, se la pasó a unas turistas que nos miraban y pidió que inmortalizaran aquel momento. Es como cuando asomas la cabeza detrás de un tablero donde hay pintado un avión. Seguidamente me sableó un billete y corrió a por el cuello de otro.
Comentaba que el Subte de acá es incluso más feo que el de otras ciudades. Hay una salvedad, este tren (todo de madera) que aún circula por una de las líneas y que consideran el más antiguo en activo de todo el continente. Emociona viajar en una antigüedad de museo. Si se ve vacío en la foto es porque la hice un domingo muy temprano y desde el comienzo de la línea; hace más viajes hasta los topes que así. También hay una línea (la más corta) con murales de azulejos segovianos en sus nueve estaciones, pero están en un entorno que lo hace viejo y no antiguo.
Se dice que ésta es la capital más europea de América, y en algunos sentidos podría ponerse por encima. No recuerdo haber visto en París tantas librerías y cafés antiguos. Y aquí se ven más edificios clásicos y señoriales de los que hubo nunca en Madrid. Pero en muchos edificios, y en algunos barrios, se percibe el abandono que asola toda Latinoamérica, donde los políticos han buscado enriquecerse sin reparar en el empobrecimiento de su entorno, y aceptan guerras o golpes de estado para beneficio exclusivo de los poderosos. Lo de Colombia es una vez más.
En cuanto a las librerías y los cafés, éste de la foto es una muestra admirable. Se llama El Ateneo, antiguo teatro Grand Splendid, de la década de los 20. Lo han convertido en una nutrida librería donde antes había butacas, y una cafetería donde antes estaba el escenario. Y sí, este sitio es de reforma reciente, pero sorprende la cantidad de cafés, repintados y limpios, que no han perdido sus décadas de solera.
Cuando puedas vente a Buenos Aires. Te lo dice uno que no se siente a gusto en las grandes ciudades (aunque naciera en el centro de una). Cuando vengas no te pierdas ir a Tigre, localidad del extrarradio frente a las isletas que forman el delta. Puedes dar un paseo en barco por los canales y admirar las casazas y casitas que motean este lugar paradisíaco. Ve también a Caminito, en La Boca, que aunque esté lleno de turistas también lo está de tipismo. Y al centro de San Telmo en domingo. Y ve a comer pizza en El Cuartito, y a ver… ¡Cómprate una guía!
En mi caso, traía unos contactos de antemano (familiares de mi cuñado, también porteño, y la amiga de unas amigas, que me llevó al flamenco), gracias a ellos (entrañables todos) he podido conocer otros aspectos de la ciudad y su gente, a los que no habría llegado nunca en dos semanas con sólo mis pies y una guía. Si no encontraras entre familiares y amigos algún contacto acá, no te preocupes: “si tú te abres el porteño te acoge”. En esta frase puede verse un segundo sentido de aspecto sexual, y está claro que si te abres en ese segundo sentido te “acogerán” aún mejor. Todos los hombres se dan un beso al encontrarse y despedirse, como harían con una mujer y a poco que se conozcan (lo cual me parece muy bien porque suelen molestarme las discriminaciones), pero desde que era joven no veía, tan multiplicado, el piropeo y el descaro con el que miran a las mujeres por la calle. Les gritan desde las bicis, los coches y hasta de los pisos altos. Obreros, taxistas, repartidores o jóvenes encorbatados. Como un atavismo al que no quisiesen renunciar desde ningún estrato social. Como si hiciesen tango por la calle y todo el día. Dicen los mismos porteños que todos tienen algo de italianos, franceses y españoles. Pienso (con perdón) que de los italianos tienen ese afán de seducir y cierta inclinación por la farsa y lo “trucho”. De los franceses su chovinismo; cuando hablan de este país se refieren a Capital Federal, o como mucho al Gran Buenos Aires, el resto es una finca enorme de donde vienen los cabecitas negras (como se llamaba antes a los morenos del campo) que emigran a la gran ciudad. Y de los españoles la falta de previsión, la improvisación de lo importante, el vivir siempre por encima de las posibilidades reales, a favor de la fiesta y la noche. Todo esto dicho con todo el cariño, sólo pretendía una observación.
Mañana lunes me iré. Hasta luego Buenos Aires…, algún día volveré (chan, chan). Todavía no sé si conseguiré irme en tren, el mismo lunes me dirán si se ha resuelto una amenaza de huelga de no sé quiénes. Estoy empeñado en el tren, aunque todos me lo desaconsejan, porque supongo que tendré más ocasiones de subir a esos “ómnibus” comodísimos, con asiento cama, y ésta será la única que tenga de hacer un trayecto largo en tren. Llego a Bahía Blanca, límite sur de la provincia de Buenos Aires (no confundir con GBA). Informan que se tarda 12 horas, pero hay quienes me dicen que se puede convertir en el doble (entre averías y huelgas). Aún así me parece una aventura más cómoda que las mismas horas en un autobús. Si al final me voy en el ómnibus con cama seguiré hasta Puerto Madryn, ¡ya puestos! 18 horas de viaje. No tengo prisa y no me importa, la mayor parte de las ideas y las actividades que prefiero las hago sentado.
¡Cómo me enrollo! Me embalo sin querer. Hasta la próxima semana. Si te atreves a seguir…,
(LADILLO) En mi afán por caminar y caminar me propuse llegar hasta las grúas y chimeneas del puerto nuevo, que a lo lejos divisaba. Llegué, pasé hasta donde me dejaron y salí con idea de volver por otro sitio. Todo en el entorno parecía normal. Avenidas con mucho tránsito, edificios modernos y gente en las calles. Me parecía todo tan normal, que en una de las avenidas di vuelta hacia una calle. Por aquello de callejear un poco. Entonces un hombre que cruzaba dicha “cashe” me llamó. Llevaba un traje humilde y un maletín de vendedor. Me preguntó: “¿Usted no es de por acá?” Preguntó sabiéndolo, apenas me dio tiempo a negar con un gesto. “No vasha por acá. Por ashá sí, pero por acá no, que hay vishas. Por esta cashe están las vishas”. La verdad es que, con el acento más porteño que había escuchado nunca, le había entendido decir claramente: bichas. Y al punto pensé que así llamarían en lunfardo a las prostitutas. Después lo pregunté: ¿A qué llamaban bichas? Así, recalcando bien la ch. Ante la incógnita conté lo sucedido. Y entonces, entre risas: “¡No! ¡Esos son las villas miseria! Esa es la villa 31.” Entonces recordé que había escuchado el nombre, y también la de veces que me han dicho que ande con cien ojos. Y bueno, los dos que me quedan ven bien de largo y no habría sido mucho lo que tuviese que correr. No imaginaba que una villa miseria estuviese tan metida en la ciudad.
Desde entonces he contado esta anécdota varias veces porque a los porteños les hace gracia.

8 comentarios:

Unknown dijo...

¡Mira bien por donde andas!, aquí siempre como una madraza animándote a que te cuídes y a que seas bueno, pero siempre estaremos acá los amigos dispuestos con los brazos abiertos para cuando vienes exhausto de tus andadas.

Anónimo dijo...

Pues mira, me voy a tomar un cafetito a tu salud mientras recuerdo que tu prefieres te. Saluda de mi parte a las bichas y bichos en general. Y recoge el beso que te mando con mucho cariño. Muuuuuuuuaaaaaaaaaaaaac. ¿Te ha llegado? Ana.

Unknown dijo...

Hola Ricardo, bueno, creo que ahora realmente comenzó tu viaje. Como decís para muchos de nosotros, Argentina es solo la Capital Federal, y creo que nada del GBA... y muy cierto que tenemos algo de los españoles, italianos y franceses... lo peor de cada uno!!! Que se le va a hacer.... de lo que se hereda, no se reniega....
Me alegro que finalmente hayas encontrado el tango!!! y El Cuartito!!! Porteño hasta la médula, esta pizzería tiene mucha historia, creo que es del 1934, y seguramente recibió la visita del Príncipe en algún momento (por eso la foto), ya que suelen llevar a las "celebrities" a comer ahí....
Supongo que volverás a BA, en algún momento de tu larguísimo viaje y podrás ir a la Sociedad de Fomento de la Fernández Fierro, por el Abasto, un lugar muy recomendable, a comer a los carritos de la costanera (el famoso sándwich de bondiola), a pasear por Palermo, si es que ya no lo hiciste... ir a la Bombonera a ver un partido del mejor equipo del mundo!! Y degustar un choripan viendo a la 12!! en fin... te queda mucho por recorrer.... ah!!!! y no te preocupes por las “milanesas” que se comen a lo largo de todo el país y seguramente, en el lugar más feo, de peor aspecto, es donde más ricas las hacen.....
El tren.... muy arriesgado en viajar por ese medio.... nuestro ex presidente, el innombrable Charly, se cargo casi toda la red ferroviaria.... no sé con que te encontrarás..... mucha suerte!!
Del Sur, para muchos la parte más linda de Argentina.... no te puedo contar mucho ya que conozco muy poco... le dejo esta parte a Hernán, q el si la conoce .... En esta etapa de tu viaje, conoceré a través de lo que nos cuentes.....
Bueno, que continúen los éxitos!!! Espero tu próximo post desde la planicie bahiense.

Anónimo dijo...

Entre tu viaje tan deliciosamente relatado y los comentarios de Silvina, creo que a más de uno nos está entrando morriña sin haber puesto un pie en aquel lugar tan "acogedor". Hasta pronto, Buenos Aires!
Babs

Anónimo dijo...

Claro que sí, el tren mucho mejor!!!! Eso, tú buscando aventuras!!!! Madre mía, pero que viajecito.
Oye, que te veo muy bien bailando tangos. Lo dicho, come mucho.(Envidia gastronomica)
Que digo, que no vengas pronto, que mejor ya vamos nostros a verte. Ji, Ji...

Muchos Besos. Y cuidate!!!
Anita Marcos

Unknown dijo...

Bueno, amigo, cuanto disfrute en tus letras... Por fin comenzo tu viaje, (que ya era hora, te despediste mas que antoñete, je,je). Disfruta, comparte, abre los poros de tu piesl e intoxicate de la vida que ese entorno, que pintas tan atractivo, te ofrece, y por favor !!! cuentanoslo todo!!!, o casi todo. Se te quiere y se te esperan ( tus comentarios). Pura vida amigo! pura vida!. Fuerte ABRAZO.

Unknown dijo...

Que guay!! que bien todo!!, cuanto me alegro!!sigue escibiendo maravillosas que te pasan!!
Y bueno, bueno, bueno... ya tenia ganas, pero cada vez me apetece más irme a pasar una vacaciones a Argentina!! mmmmmmm, me lo voy a pensar seriamente...y as ite vemos jeje

Mil besos!!!

Anónimo dijo...

Para Richi:
Ya que no te sientes a gusto en las grandes urbes, cuando vuelvas a BUE, coge un colectivo o el subte y vete a los barrios adonde no van los turistas, alejándote de las avenidas y adentrándote en esas "islas": Caballito, Flores, Parque Patricios, Parque Chaos...
¡¡¡Suerte!!! y a seguir contándonos tus entrevistas.
Marta